CÓMO EXTRAER ZUMOS DE `CALIDAD PREMIUM´

Si cogemos una aceituna del árbol y la estrujamos en nuestra mano obtenemos el mejor aceite posible. El tiempo que tardemos en meter ese jugo en una botella no hará sino deteriorar su calidad. El contacto con la luz y el aire mermarán sus propiedades organolépticas; el contacto con materiales no inertes le impregnaran de olores no adecuados; y la exposición a temperaturas demasiado altas o bajas empeorará sus cualidades.

Por eso, en nuestra finca ubicamos la almazara justo en el centro del olivar, para minimizar el tiempo entre la recogida de la aceituna y la molienda; lavamos las aceitunas, recogidas de vuelo nunca del suelo, clasificándolas por calidades y variedades; extraemos el aceite en frío, es decir, a temperaturas nunca superiores a 27º para conservar los polifenoles antioxidantes; inertizamos los depósitos de almacenamiento, por supuesto de acero inox, para evitar la oxidación del aceite; controlamos la temperatura ambiente de todas las instalaciones; y trabajamos con un nivel de limpieza y orden que garantiza la seguridad alimentaria de nuestro producto.